Sierra Espuña

Se encuentra situada al sur del término municipal, y su territorio es compartido entre los municipios de Mula, Pliego, Totana, Alhama de Murcia y Aledo, además de estar goteada por pequeñas pedanías y caseríos dependientes de estos pueblos. La biodiversidad de esta elevación montañosa y su enorme heterogeneidad ambiental lo demuestra el que fueran declaradas Parque Regional en 1992 unas 10.000 has. de su superficie (de las 14.000 has. que forman toda la sierra). Antes había sido incluida en el Catálogo de Parques Nacionales en 1917 y fue también declarada como Parque Natural en 1978. Y es que Sierra Espuña constituye un bello islote forestal, con una infinita variedad paisajística que contrasta con los terrenos semiáridos entre los que se encuentra ubicada. Además desde 1973 fue declarada como reserva Nacional de Caza.

La orografía de su terreno forma un macizo elevado con profundos valles interiores cuyos materiales más antiguos se vieron afectados por el plegamiento Alpino. Esto hace que tenga un clima sensiblemente más frío y lluvioso que el resto de la Región de Murcia y que varía según se asciende hasta llegar a los 1.583m en su punto más alto. Las precipitaciones son también más abundantes que en el resto de la cuenca de Mula, y en los primeros meses del año es común que caigan en forma de nieve.

La heterogeneidad paisajística y ambiental de la que hablábamos origina una importante biodiversidad en los terrenos de la Sierra. Más de doscientas especies animales diferentes están presentes en el perímetro del Parque, donde anfibios, aves, mamíferos y reptiles suman casi doscientas especies diferentes.

Lo mismo ocurre con la flora, más de un millar de especies vegetales distintas se reparten por los diferentes tipos de paisaje del Parque. Los cambios de altitud, de clima y  de grados de humedad por la proximidad a cursos de agua de las ramblas, fuentes y ríos son los que favorecen esta diversidad. El protagonismo del pino carrasco en la masa forestal se ve salpicado por la presencia del carrascal, el pino negral o el pino ródeno en las zonas de mayor altitud o de los olmos, chopos y álamos en las zonas próximas a eventuales cursos de agua. Durante los últimos años del siglo XIX y primeras décadas del XX, el ingeniero de montes Ricardo Codorniu, nacido en Cartagena, llevó a cabo tareas de repoblación y creación de caminos que hacen que la sierra luzca hoy con su característico verdor.

Un gran número de senderos de pequeño y gran recorrido atraviesan la sierra, dando al visitante escenarios en los que merece la pena detenerse por su singularidad. A pie, a caballo o en bicicleta el excursionista puede recorrer la sierra por sendas o pistas forestales siguiendo las señalizaciones de senderos de pequeño y gran recorrido como el GR252, que recorre el Parque desde Totana hasta Casas Nuevas, o los PR-MU 64, 65, 76, 77, 78, etc.

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