Cercano al pueblo de Mula, e escasos 3 Km, se encuentra el yacimiento arqueológico de “El Cigarrajejo”. Poblado, santuario y necrópolis componen el conjunto íbero que estuvo activo desde el siglo IV al I a.C.
Fue el ingeniero de caminos don Emeterio Cuadrado Díaz, apasionado del mundo de la arqueología, el descubridor del yacimiento. Junto con familiares y amigos excavó durante 40 años consecutivos después de haber adquirido los terrenos. El resultado fueron 547 tumbas exhumadas con sus respectivos ajuares funerarios y 179 esculturas votivas procedentes del santuario. Tras documentar y catalogar los materiales obtenidos durante estas campañas, donó la colección al Estado una vez que hubo un lugar adecuado para acogerla. En 1993 el Museo abre sus puertas dentro del remodelado palacio de los Marqueses de Menahermosa.
La visita comienza por la Planta Principal en la que se suceden diez salas dedicadas, cada una de ellas, a un aspecto concreto de la vida en el poblado: las jerarquías sociales, la agricultura y la ganadería, la alfarería y la industria textil, el comercio, la condición de la mujer ibérica y del guerrero, para finalizar con la arquitectura funeraria.
En la planta baja están expuestas un gran número de las pequeñas esculturas votivas de “El Cigarralejo”. Muchos de estos exvotos en forma de caballo, completados con otros que representan figuras humanas o simples relieves que dibujan el contorno de pies y manos, conforman la colección. Por otro lado, una reconstrucción del santuario recrea su ambiente e ilustra los aspectos de la religiosidad ibérica.
El palacio de los marqueses de Menahermosa fue edificado en la primera mitad del siglo XVIII por Doña Catalina de Mena, esposa del Marqués. Su tipología es fiel a las construcciones señoriales del barroco en la comarca. También los materiales son los habituales, el ladrillo de la fachada y el mármol rojo y negro de la portada principal procedente de las canteras de Cehegín. La cornisa que corona las fachadas está parcialmente pintada con motivos alusivos a las labores militares del Marqués, don José de Llamas. Desde la portada principal puede verse una parte de ese alero superior que no está decorado, pues corresponde a la ampliación que sufrió el palacio en la segunda mitad del siglo XVIII.
El inmueble fue comprado por el Ayuntamiento e inmediatamente cedido al Estado en 1982. La Dirección de Museos Estatales del Ministerio de Cultura llevó a cabo las obras de restauración y adecuación de espacios para la exposición de la colección arqueológica. La Comunidad Autónoma de Murcia premió el proyecto de restauración por el profundo respeto mantenido a los espacios dieciochescos y la perfecta compaginación con los contenidos arqueológicos.
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