Plaza del Ayuntamiento

LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO

La plaza del Ayuntamiento ha sido siempre del centro de la vida social de Mula, lugar donde se realizaban las compras de artesanía y productos del campo; donde se concentraba la población para cualquier tipo de protesta, rogativa o fiesta; donde el alcalde mayor administraba justicia y se realizaban ejecuciones.

Tras la reconquista, y fundamentalmente tras la caída del Reino Nazarí de Granada y la desaparición del carácter fronterizo de este territorio, las antiguas murallas dejarán de gozas de su utilidad defensiva. Las gentes podrán roturar las zonas de la huerta y el campo más alejadas de la villa, a las que hasta ahora no se aventuraban a llegar por miedo a las incursiones musulmanas de los vecinos nazaríes. Esto provocará un aumento de la población que se traducirá en una rápida explosión urbanística.

La Plaza del Ayuntamiento será el espacio abierto para aglutinar los acontecimientos importantes. En ella estarán representados los poderes civil y religioso y también aquí, a lo largo de los siglos, irán instalándose edificios y servicios importantes,  útiles y necesarios para la comunidad. Este es el caso de la carnicería, el pósito de grano, la cárcel, el casino, la torre del reloj, el mesón, etc.

Ayuntamiento

El ayuntamiento se encuentra en una antigua casa solariega del siglo XVII que el Concejo compró en 1683 para trasladar a la plaza su sede desde el barrio medieval. El deterioro del anterior edificio y la preferencia de establecerse en el lugar más representativo del pueblo  provocaron este cambio de ubicación. La construcción conserva gran parte de su carpintería original de cuarterones en los ventanales del Salón de Sesiones y también en la puerta que da acceso a la Alcaldía, mientras que la fisonomía del edificio cambió en trono a 1960, pues una remodelación hizo desaparecer el tejado original para colocar una nuevas planta.

Casino

Esta edificación albergó desde 1741 el Pósito de trigo, cuya función era el almacenamiento de cereales que garantizaba a su vez el alimento de la comunidad en épocas de carestía. Era un lugar de suma importancia, y por ello no es de extrañar encontrarlo junto al edificio consistorial. A principios del siglo XX, la incipiente burguesía local lo adquirió para usarlo como casino, de acuerdo con los cambios sociales que se estaban  produciendo.

El proyecto de remodelación se encargó a uno de los arquitectos de primera fila, Pedro Cerdán, que supo darle un aire noble y moderno. La escalera, la sala de lectura y el salón de baile están compuestos por elementos modernistas que recuerdan a otros edificios similares del resto de región.

Monumento al Tamborista

La Noche de los Tambores, que se celebra cada Martes Santo, se ha convertido en la fiesta más emblemática de Mula. De esta manera se entiende que en un privilegiado lugar de la plaza se colocase en el año 2000 el Monumento al Tamborista realizado por el escultor Rafael Pi Belda. En él se representan a dos tamboristas tocando una “pangana”, momento en el que uno frente al otro redoblan sus tambores para mostrar su habilidad haciendo zurrir sus pieles.

La Torre del Reloj

Levantada en el flanco norte de la plaza, frente a la Parroquia de San Miguel, de color azul y con una cúpula de cerámica vidriada, la Torre del Reloj fue un elemento importantísimo para la vida agrícola en la villa de Mula. Representa además la problemática que siempre ha ofrecido.

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